Dos Duendes que Vivían en la sierra de Perijá un lunes de semana santa del año de 2016 decidieron bajar de las montañas con la ambición de conseguir a un amo en la ciudad de Valledupar que los encaminara a realizar actos de nobleza. Buscaban a una persona culta, de buenos principios, y que con sus actos reflejara seguridad y sencillez.
Los Duendes tenían el Don de ver los sentimientos de las personas a través de su mirada, a medida que iban recorriendo el camino, fueron encontrado personas con abundante nobleza pero con poca seguridad a la hora de actuar, la mayoría eran campesinos.
Al llegar la noche decidieron descansar en una cueva solitaria a la orilla del rio Badillo.
A la mañana del martes emprendieron nuevamente su viaje con el propósito de encontrar a la persona que estaban buscando, pero a medida que se iban acercando al valle del cacique upar, los sentimientos y actos de las personas fueron cambiando, la mayoría de las personas estaban perdiendo la nobleza y podían ver en sus ojos, mentira, engaño y envidia.
Los Duendes preocupados voltearon sus rostros y uno le dijo al otro ¡creo que estamos buscando en el lugar equivocado! Sin embargo siguieron buscando por toda la ciudad los días, miércoles, jueves, viernes, sábado y en la mañana del domingo se dieron cuenta que no solamente la mayoría de las personas habían perdido la nobleza sino que también habían perdido la tradición de hacer dulces y que ahora solo utilizaban esta semana para festividades.
Decepcionados de lo que habían vivido se sentaron en la rama de un árbol de cañaguate a meditar y mientras se rascaban la nariz, decidieron regresar a la serranía de Perijá para ellos mismos hacer dulces. FIN
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